Mientras que yo, otras

 



Tolerar el consumo exacerbado

de otras lenguas.

Consentir tu mano recorriendo otras dermis.

Transigir otros cuerpos en tu cama.

Resignarse a ser parte de la lista

inacabable.

Ser la alfombra que acepta

muchos zapatos ajenos.

Ser el sujeto de contrabando

que siempre ve la cocina de madrugada,

nunca de día.

Conformismo inútil.

El merecimiento

es el lugar que aceptamos

-la cena y el desayuno

o solo                 la cena-

La valía es

negarse a aprehender lo poco

como deseo propio.

El valor de cada quien existe porque existe,

o se finge que existe.

Se juega a la poligamia,

como mecanismo de retención.

Mientras que yo, otras.

Una vez más soy,

por elección dual,

otra del montón.

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